La Misteriosa Plaza del Cabildo
La Plaza del Cabildo es uno de esos rincones ocultos de Sevilla que merece la pena descubrir. Aunque está junto a la Catedral, pasa desapercibida para muchos, pero tiene una magia especial.
La plaza tiene acceso desde tres pequeños pasajes: uno da a la Avenida de la Constitución, otro a la calle Almirantazgo y el último a la calle Arfe. Se encuentra en el barrio del Arenal, dentro del Casco Antiguo. El lugar sobre el que se levanta la plaza tiene historia: antes albergaba el Colegio de San Miguel, que pertenecía al Cabildo de la Catedral, pero fue derribado en el siglo XX. De ahí, el nombre de la plaza.
Un detalle interesante es que en 1935 se colocó una placa en la plaza en homenaje a Juan de Arfe, famoso orfebre, con motivo del IV centenario de su nacimiento.
El diseño de esta curiosa plaza semicircular es obra del arquitecto Joaquín Barquín y Barón. Lo más llamativo son sus arcadas, decoradas al fresco por el pintor sevillano José Palomar, y las columnas de mármol que las sostienen. La vegetación, la fuente de mármol en el centro y un tramo de unos 50 metros de la antigua muralla de Sevilla completan el escenario, creando una atmósfera tranquila y cargada de historia.
Curiosamente, el proyecto original de la plaza contemplaba una apertura que ofrecería una vista directa hacia la impresionante Puerta de la Asunción de la Catedral, aunque finalmente ese detalle no se llevó a cabo. Aun así, la Plaza del Cabildo sigue siendo un rincón lleno de historia y belleza, perfecto para descubrir a pie mientras paseas por el centro de Sevilla.
Cada domingo por la mañana, la plaza se convierte en un animado mercadillo para los aficionados a la numismática y la filatelia. Es un punto de encuentro clave para los coleccionistas de sellos, monedas antiguas, billetes, medallas, minerales e incluso insignias militares. Es fácil perderse entre estos pequeños tesoros.
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